Como mujer birracial nacida de padres adolescentes, una madre mexicoamericana y un padre afroamericano, heredé ricos legados culturales de ambos. Mi madre Elaine Calderón, graduada de West High, activista universitaria e hija de un trabajador agrícola migrante que me tenía piscando a los cuatro años, luchando por mejores condiciones de trabajo para los United Farm Workers.

Mi padre, Dempsey Pugh, Jr., obtuvo su GED y era un veterano del Ejército de los Estados Unidos. Su hermana, Opalanga Pugh, me sumergió en las tradiciones y celebraciones de la comunidad negra. Tengo una gran familia extendida, y asistimos a escuelas públicas y católicas de Denver. Soy graduada de North High School, donde fui miembro de los equipos de tenis y debate.

Desafortunadamente, al crecer, también experimenté la brutalidad de la pobreza y la discriminación. Viví en una vivienda pública y soporté los traumas del abuso generacional, la falta de vivienda y, más tarde, la violencia interpersonal. Soy una sobreviviente.

Como joven madre soltera, luché para poner comida en la mesa. A pesar de asistir a la universidad a tiempo completo y al mismo tiempo trabajar hasta dos trabajos a tiempo parcial, recurrí a la asistencia pública y los programas de salud pública para apoyar a mi hijo. Estaba decidida a superar la discriminación y el estigma de la pobreza, al mismo tiempo que le proporcionaba un hogar seguro a mi hijo.

Finalmente me gradué de la Universidad Estatal Metropolitana con una licenciatura en inglés. Después de tener a mi hija, que es miembro de la Nación Navajo, obtuve mi maestría en Estudios Liberales, enfocándome en Estudios Nativos Americanos, de la Universidad de Denver. Más tarde obtuve mi título de abogada de la Facultad de Derecho de la Universidad de Colorado en Boulder. Finalmente, obtuve mi Doctorado en Educación de la Escuela de Educación y Desarrollo Humano de la Universidad de Colorado. Actualmente soy la Directora Ejecutiva de Emerge Colorado, donde reclutamos y capacitamos a mujeres demócratas para postularse para un cargo, y también soy miembro de la facultad en Regis University y CU Boulder.

Sé lo que se siente no ser escuchada. Debido a esto, durante más de 30 años, he luchado para que los derechos de las mujeres, las personas de color y los marginados de la sociedad sean tratados de manera equitativa y justa.

Como ejecutivo para una organización sin fines de lucro, he administrado personal y el programa de reingreso de la ciudad de Denver que atiende a miles de personas que ingresan y no tienen vivienda con servicios de apoyo.

He creado programas para proteger a las víctimas de la violencia y rehabilitar a los delincuentes para crear comunidades más seguras.

Como defensora de la reforma de la justicia, he trabajado para reducir el encarcelamiento masivo, al mismo tiempo que capacito a las fuerzas del orden público sobre las mejores prácticas, con respecto al género, la cultura y las respuestas informadas sobre el trauma.

Es hora de reimaginar a Denver. Necesitamos alejarnos de las opciones falsas: inquilinos vs. propietarios, alojados vs. no alojados, conductores de automóvil vs. ciclistas, etc. Múltiples verdades pueden coexistir. Necesitamos tanto de las viviendas asequibles como de los espacios verdes; seguridad comunitaria y reforma policial; y opciones de transporte multimodal. Juntos, podemos imaginar una ciudad que funcione para todos nosotros.